4.11.05

así con el mar

Por mi parte yo creo que la petición de Perú de replantear el límite marítimo es absolutamente legítima y hasta me atravería a decir que tienen razón y que me califico como partidario de que nuestro país se muestre abierto con respecto al tema.
El límite actual, dada la geografía de la región y la orientación de las costas de nuestros países, parece ante ojos de cualquier hijo de vecino que no tenga puesta la camiseta del nacionalismo absurdo, por lo menos injusta y un poco antojadiza.
El límite como está en la actualidad, perpendicular a nuestra costa sería justo si la costa de Perú estuviera tan perpendicular a a los paralelos como la de nuestro país, pero no es así. La línea equidistante aparece como la alternativa que se tomaría si el mar fuera un bien de la humanidad toda y las costas (léase las famosas 200 millas marítimas) fueran distribuidas a los países que tienen límites con el mar......¿Y no se supone que debería ser exactamente así?.
No, lo que pasa es que eso es lo que dicen los tratados entre nuestros países.....¿Y QUÉ?.....Perú no ha entrado en nuestro territorio ni tiene ambiciones expansionistas, por lo que no veo porque tratados que ya cumplieron más de cincuenta años deben ser tratados como letra sacrosanta imposible de cambiar, es como si la constitución del 80 no se hubiera podido cambiar porque un plebiscito la aprobó en esa época. Las razones citadas por la típica encuesta callejera acerca del tema son una estupidez con resabios de grandeza por haber ganado una guerra hace más de un siglo, los que defienden la tesis de que por ser ganadores de esa guerra merecemos pasar por sobre la racionalidad piensan que Perú debiera emprender una guerra contra nosotros, ganarnos y de ahí recién hablar de retomar territorio, si hablamos que queremos dejar el tercermundismo, tomémonos la cosa en serio y convivamos con nuestros vecinos de forma civilizada y no nos espantemos de lo que pase entre los peruanos, pues lo real que ha pasado es que Perú ha tomado el camino que se debe tomar para enfrentar este tipo de situaciones, ponerse bien de acuerdo entre ellos mismos para saber lo que ellos encuentran justo, ponerlo como ley y luego eso presentarlo ante las autoridades internacionales y comunidad internacional para que éstos actúen como jueces.
No nos debemos dejar llevar por patrioterismos ridículos ni por xenofobias de mentes estrechas que se esconden detrás de una bandera para sentirse pertenecientes a un todo, y que enarbolan palabras de odio y de ignorancia, pero si de ayudar al vecino se trata(la verdadera patria), prefieren cerrar la puerta y subirle el volumen al televisor.