20.4.06

búsqueda y atesoramiento

El amor es una de las palabras más frecuentemente manoseadas y ultra gastadas, que de tanto oírla deja de tener el enorme y casi sacro sentido que realmente tiene, esto se aprecia sólo a modo de ejemplo en las teleseries en las que todos los personajes se enamoran unos de otros después de verse una o dos veces y se escuchan como ecos del viento los te amo, los me estoy enamorando o los creo que la o lo amo.
Que falta de respeto por este sentiminento que el que nos dió la vida también se preocupó de regalarnos, el amor es lo que hace que los días tediosos dejen de serlo, y que aunque suene cliché, cursi y sea un lugar común muy visitado, hace que el cielo se vea más azul y que las flores tengan olores y fragancias más deliciosas.
Sobre todo en este tiempo en que las personas cumplen roles más específicos, técnicos y restringidos el amor es lo que nos hace recordar que somos personas y que estamos rodeados de otras que como nosotros también disfrutan de una mirada dulce, de una sonrisa bien regalada, o un beso húmedo que refresque nuestros labios.
Lo que buscamos en la vida es la felicidad (según lo que he sondeado), mas sabemos y estamos seguros que lograr un estado de felicidad absoluta y perpetua es imposible, aún así existe la alternativa (según también he sondeado y parece ser la opinión general) de tener momentos de grandes niveles de felicidad.
Tener gran cantidad de estos últimos es a lo que aspiramos, además de quizás, sólo quizás, multiplicar los que se tienen cuando te das cuenta que estás en presencia del amor genuino (como si hubiera otro), el que no pide nada y lo entrega todo (hablando de lugares comunes), el que te mira, te sonríe y te besa.......que sensación más fantástica.......suspiros.....jajajaj.
El problema en particular para mí es un problema de memoria, pues todos pueden decir lo fantástico de rememorar dichos instantes, y lo posible de revivir esa sensación pasada. Ya que como no me acuerdo ni lo que almorcé hoy la solución a aplicar en un futuro espero no muy lejano será vivir la vida armado de una handycam que me acompañe y repita por mí esos momentos y le dé una empujadita a mi corazón para re-sentir la felicidad.
Pero para llegar a rozar siquiera uno de estos momentos se requiere estar en la búsqueda del amor, pues aunque pienso y pienso no me imagino un momento de felicidad mío ni de alguien que no esté fundido y rebozado de la palabra manoseada.
Ya sea amor filial, de pareja, de amistad (que no por casualidad tienen la misma raiz), o los otros tantos que tenemos la posibilidad de tocar entre el nacimiento y la muerte, es la mesa sobre la cual pararnos para tocar el techo con nuestras manos.
Y ya que estoy en ésta, aprovecho de transcribir (para terminar con las mamonerías de una buena vez) un poema que cuando chico descubrí, y que describe a la perfección lo que el amor, por lo menos de pareja, significa.
Se llama Desmayarse
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño:

creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
Eso sería por hoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

recuerda todos los dias...q te amo